¡¡¡¡¡ESPECULACIÓN!!!!! Viernes 1 a las 22 h. en la Tertulia Albada C/. Fray Julian Garás 2 B

Hace unos 20 años empezamos algunos a llamar la atención sobre la forma en que el negocio inmobiliario estaba adueñándose del urbanismo zaragozano. Dos décadas han pasado, cuatro lustros. Buenos tiempos para la especulación; malos para las buenas razones. Yo soy la voz que clama en el acampo. Las cosas han llegado tan lejos que la capital aragonesa se extiende más allá íncluso de la propia área metropolitana y aun de esa comarca que la DGA ha tenido buen cuidado en no constituir (ayer, por si acaso tumabaron en las Cortes una propuesta de CHA reclamando la susodicha área y un poco de control en la zona). Oigo hablar de de las decenas de miles de pisos que quedan por construir, y me entran mareos. La Unión de Bancos Suizos ha abierto oficina en Zragoza para que los beneficiarios de cada pelotazo no tengan que ir y venir con la pasta. Qué detalle.

Mi amigo Victor Viñuales, de la Fundación Ecología y Desarrollo.[La Capital aragonesa se precipita alegremente en el desastre urbano total.] cuenta en los foros, que estamos en una situación de emergencia. Apoyo la moción. Pero entre tanto, los Jefes del cotarro contándonos cómo se arreglará todo gracias a nuevas y fabulosas inversiones que permitirán poner en marcha metros, travías, trenes de cercanías, aeródromos (como ese de Huesca, que ahora no sirve para nada), astilleros navales, pijorros y hasta algún carril bici, para que los plastas de los ecologistas se queden tranquilos. ¿Financiarán todas esas infraestructuras vendiendo más suelo público?. No se sabe, porque tanto Iglesias como Belloch tienen la osada costumbre de hacer cuentas sin tener bien atada la voluntad de Madrid, que es de donde han de llegar los jayeres. Ahí les gana la mano Biel, que también promete muchas cosas pero siempre está lista para pagárselas con su propia pasta; es decir, con la nuestra.

Veinte años después Zaragoza camina hacía el desastre urbano. Un desastre, eso sí, con campo de golf al alcance de todos. Deslumbrante.